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 Así es Tomás Busto, el único capitán boricua en la industria de cruceros a nivel mundial y al mando del barco Adventure of the Seas de la empresa Royal Caribbean. Tras doce años de estudio, trece años con Royal Caribbean y cinco barcos, hace un año Busto regresó a Puerto Rico para tomar el timón del Adventure of the Seas. Para Busto, esta es una experiencia única, ya que el Adventure of the Seas guarda un lugar especial en su corazón. “Este fue el primer barco donde trabajé, y aquí me comprometí con mi esposa”, contó el capitán de 40 años, en medio de pausas obligadas por los anuncios de altavoz anunciando el abordaje de los miles de pasajeros que en pocas horas zarparían desde el puerto de San Juan en un recorrido de una semana por las islas del Caribe. Pendiente a que el barco estuviera impecable para recibir a los nuevos pasajeros, Busto comentó que desde niño quiso ser capitán como su padre, José O. Busto, presidente de Continental Shipping, empresa que da servicios a los barcos cruceros que atracan en Puerto Rico. Para lograr su meta, y tras graduarse de Robinson School, en Condado, Busto obtuvo un bachillerato en Administración de Empresas de la Universidad del Sagrado Corazón, en Santurce. De ahí pasó a la Universidad de Texas A&M, en Texas, donde completó otro bachillerato, esta vez en Transporte Marítimo. Durante sus años de estudio y entrenamiento, también participó de programas con la Guardia Costanera y la Marina de los Estados Unidos. “El reto más grande para convertirme en capitán fue la oportunidad de poder navegar entre licencia y licencia”, aseguró, al momento que describió a Royal Caribbean “como una escuela de la vida, donde he aprendido tanto y tanto”. La vida de un capitán de barco Detrás del glamur que supone la posición de capitán y de la elegancia de los uniformes blanco y azul marino, hay jornadas largas e intensas. Busto comienza sus días en el mar antes de que salga el sol para, desde el puente de mando, encargarse de atracar la nave. “Atracar es más difícil que salir del muelle”, dijo Busto sobre la complejidad de las diferentes maniobras náuticas que, como capitán, tiene que realizar en su diario vivir. Una vez la nave queda debidamente atracada, el capitán participa de un sinnúmero de reuniones relacionadas a los diferentes aspectos del barco. “Como capitán, no solo estoy a cargo del aspecto náutico, sino que soy el CEO de todo esto”, explicó. Son tres los departamentos que se reportan directamente al capitán, incluyendo el náutico, seguridad y disciplina; el de ingeniería, a cargo del aspecto técnico y la maquinaria de la nave; y el de hospedería, que es el más grande y recoge todo lo relacionado a los pasajeros, los camarotes, el servicio, la comida y el entretenimiento. En las tardes, Busto suele tomar tiempo para descansar y recargar energías para asistir a las actividades nocturnasdonde tiene la oportunidad de compartir con los pasajeros e intercambiar historias. A través de las jornadas a bordo del barco, Busto atiende todo tipo de situaciones y asegura que todos los días son diferentes. “En el barco hay 5,200 personas. Es como un pueblo pequeño”, dijo sonriendo. En la tripulación hay 66 países representados, mientras que entre los pasajeros que abordan en San Juan hay 45 nacionalidades representadas. Al preguntarle si en su memoria sobresale alguna experiencia en particular en sus años como capitán, el también aficionado a la fotografía dijo que “durante los años se viven muchas cosas pero no recuerdo nada en particular”. Durante el recorrido por el Adventure of the Seas, Busto mencionó que sus partes favoritas en el barco son el puente de mando desde donde conduce el navío y tiene una vista panorámica de los mares que surca, y el Royal Promenade, donde ubican las tiendas y los estaurantes del barco y es el principal punto de reunión de los pasajeros. También le gusta el Viking Crown Lounge, que es el lugar más elevado del barco y desde donde imagina se deben apreciar muy bien las llegadas y las salidas, aunque, como capitán, no puede darse el lujo de abandonar el timón para ir a verlas. Al preguntarle cuál es su puerto favorito, dijo San Juan sin pensarlo ni titubear. ¿Por qué?, pregunté sorprendida. A lo que respondió: “En ninguna otra parte del mundo hay una vista del Morro y la Fortaleza como la del puerto de San Juan”. Como islas, mencionó que le gusta mucho Aruba por su influencia holandesa; y Bonaire -el puerto más reciente de la ruta-, por ser un puerto en la playa y del cual tenía algunas fotos en su iPhone. Nueva era para el Adventure of the Seas El regreso de Busto a su natal Puerto Rico para navegar el Adventure of the Seas coincide con la modernización del navío. En octubre, el Adventure of the Seas viajará a Las Bahamas donde será sacado del agua para un remozamiento de $ 61 millones, 15 años después de su viaje inaugural. La intención de Royal Caribbean es elevar el Adventure of the Seas al mismo nivel que el barco más nuevo de la flota: el Harmony of the Seas. A partir de noviembre, el Adventure of the Seas tendrá 100 cabinas nuevas, las chorreras de agua Cyclone y Typhoon; un simulador de surfing y un parque acuático para niños. Además, estrenará tres restaurantes nuevos: Izumi Japanese Cuisine, Chops Grille y Boleros Latin Lounge. Todos los camarotes serán actualizados y se establecerá un Suites Lounge para el viajero de lujo. “Es un proyecto bien intenso que requerirá el trabajo de seis mil personas, por mes y medio”, indicó Busto, al comentar que tiene experiencia previa en este tipo de trabajo, algo que influenció en la decisión de Royal Caribbean de ponerlo al mando del Adventure of the Seas, barco que, semana tras semana, zarpa desde San Juan. Sobre Royal Caribbean, Busto comentó que está muy orgulloso de trabajar en esta empresa por su empeñode mantenerse a la vanguardia tanto en su flota de barcos, como en la operación corporativa de la organización. De regreso a casa Según Busto, lo mejor de su regreso a San Juan es poder ver a su familia todos los sábados, cosa que no era posible en otras rutas que ha trabajado. El también padre de tres -dos niñas y un niño- está al mando del navío por diez semanas corridas y descansa por 10 semanas. En su tiempo libre, Busto dice que le gusta el mar y la fotografía. Al preguntarle si va de vacaciones en crucero, dijo que no, pues aunque disfruta del mar y la navegación, prefiere botes más pequeños. Para este profesional nacido y criado cerca de la playa en un barrio de San Juan, es un orgullo ser el único boricua al mando de un barco en la industria de cruceros y dijo estar dispuesto a inspirar y guiar a otros a lograr sus sueños de conquistar los mares desde el puente de mando.

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